



Puebla de Sanabria es un bonito pueblo amurallado, muy bien conservado aunque pequeño. Figura en muchas guías como uno de los pueblos más pintorescos de España, junto a La Alberca y Santillana del Mar, aunque en mi opinión no es para tanto.






El mejor desayuno del mundo: pan tostado con ajo, aceite, sal y tomate. Cogeríamos la carretera que nos llevaría a Bragança, y desde ahí giraríamos al este buscando Braga.



Pronto vimos la primera de las innumerables vírgenes que, a la salida de los pueblos, los portugueses colocan rodeadas de flores y figuritas.



La tarde cayó y al llegar a Braga buscamos el primero de los varios hoteles Ibis en los que estuvimos. Ir a dormir a un hotel de estos es como ir a comer a un Mc Donald's: la comida es una mierda pero siempre sabes lo que te vas a encontrar, y para llenarte el buche vale. Pues lo mismo.



La hora del atardecer,una vez más, propició
un buen paseo y unas fotos resultonas.


(Almendra-N102 !! 60)
El miércoles amaneció otro día soleado, de los que invitan a montar en moto. La temperatura sin embargo, a pesar de estar en mitad del verano, fue siempre suave -25º aproximádamente- durante los días que estuvimos en el norte de Portugal. Probablemente influya que la superficie está arbolada en una gran parte del territorio. Fred disfrutó como un enano, y no paró de sonreir en todo el camino.
El menor desarrollo económico de Portugal se evidencia en detalles como el de la foto de la izquierda: los camiones de reparto de gas butano circulan permanentemente por las carreteras que unen los pueblos del interior.
Si ayer habíamos partido del este en dirección oeste,hacia el mar, hoy tocaba a la inversa. De Braga nos dirijimos Guimaraes, y desde allí enlazamos carreteras comarcales que , poco a poco, nos llevaron de nuevo al este, a encontrarnos con el río Duero, que sirve de frontera natural entre España y Portugal en el norte del país. El gran caudal del río le hace navegable en ese tramo.
Tomando el fresco con las jóvenes promesas del equipo oficial de petanca de Barca de Alva, en la frontera con España. Recorrimos antes un tramo de curvas muy bueno entre Macedo de Cavaleiros y Mogadouro. Y justo antes de llegar a nuestro encuentro con el frente de juventudes, hay un tramo muy bueno que serpentea por la montaña siguiendo el cauce del río.
El gasolinero en lugar de meter el dinero en una bolsa de cintura lo metía directamente en la hucha.
Paramos a comer en uno de los tantos pueblos que nos encontramos, traquilo, sencillo y agradable. La inmigración apenas se ve en Portugal, otro signo del escaso desarrollo económico.
Nos dirigimos directos hacia Oporto desde Paso da Regua. La carretera desciende en buena parte del camino recorriendo la ladera de un largo valle, por el fondo del cual fluye el Duero. El paisaje y el trazado curvo hacen el recorrido agradable, a pesar del tráfico que se encuentra.
Oporto no tiene nada de particular, pero también es cierto que, siguiendo nuestro particular recorrido, le dedicamos el tiempo indispensable. Sin conocer nada de la ciudad, dimos con una plaza donde tomar una cerveza y, más adelante, encontramos una iglesia en lo alto de una colina desde la que tomamos vistas de la ciudad, y pudimos dirigirnos al que parece ser el monumento más conocido de la ciudad, un puente construido por un arquitecto famoso por haber construido otra famosa torre. Al ver el puente se adivina inmediatamente la torre.
Las secadoras que utilizan para la ropa son 100% respetuosas con el medio ambiente, no echan CFC ni leches de esas, y si plantas debajo unos maceteros tienes hasta riego por goteo.
Y qué mejor cosa que hacer, después de darnos un pequeño homenaje gastronómico, que echarnos una buena siesta y darnos un baño en la playa, que para algo habíamos llegado hasta ella.
Y, para terminar el día, no faltó un recorrido cinco estrellas camino de Viseu.
Viernes, 25 de Julio


Internet, que ha llegado hasta un humilde bar de un recóndito pueblo. El ordenador y los auriculares eran dignos de figurar en el museco de la ciencia del S. XX. Como no podíamos disfrutar de la carretera, decidimos acortar el día tirando por la autopista hasta Guarda, donde el cielo se abrió y nos permitió disfrutar de una tarde agradable de terrazas. Por cierto, el hotel en el que nos alojamos respiraba ambiente de los años 20 por los cuatro costados, fundamentalmente porque no se había tocado nada desde entonces. El olor a naftalina era omnipresente.
Sábado, 26 de Julio
Rutómetro:
Guarda - N338 San Fernao Joanes - N18 S*
N18 Manteigas - N282 Manteigas - N339 <: !60
N339 Sabugueiro - Covilha
(Sabugueiro-Cruce N338 S* <:)
(Cruce N338-Covilha S***)
N230 Covilha - Avo S***
(Vide-Avo <: )
342 Avo - Gois
(Avo-Arganil S !60)
(Arganil-Gois S-S**)
N112 Gois - Castelo Branco
(Gois-Foz Giraldo S** - S***+ S*** <: )
(Foz Giraldo-Barbaido S**-S*)
IP2 Castelo Branco - Guarda
Habíamos llegado al comienzo de Disneylandia: la Sierra de la Estrella es en mi opinión lo mejor que he visto hasta ahora para conducir en moto de la península ibérica, y ya he visto algo....
Cogimos la carretera que va de Guarda a Seia. Nada más salir de Guarda, se debe tomar un desvío que sale a la derecha con un cartel turístico que indica hacia la Sierra da Estrela.
En Manteigas, se puede elegir entre tomar la carretera que recorre el valle de Zézere, o continuar hacía Seia por una carretera en peor estado pero absolutamente recomendable por que asciende por la ladera atravesando el bosque y dejando unas vistas fenomenales. Pero los restos de la tormenta del día anterior coleaban y al llegar a la cima el panorama cambió completamente, de repente entramos en un día totalmente distinto.
Comenzamos a ascender y descender por las laderas, atravesando una densa capa de nubes.
Era mediodía, y nada mejor para quitarnos el frío que la nube nos había metido en el cuerpo que tomarnos un buen vino acompañado de un delicioso queso, muy similar a la torta del Casar extremeña, y unos embutidos regionales que nos supieron a gloria. La continuación, y el resto del día, fueron sencillamente deliciosos. Es imposible reflejar con palabras o fotos lo que se siente al combinar unos paisajes increibles y un trazado sacado de un juego de la Playstation...La danza fue continua.
La parada a comer fue de las acostumbradas: a la sombra de unos árboles y a la vera de un río, con todo un cuarto de baño a nuestra disposición, un aperitivo), un buen puro y una buena siesta. La foto de los árboles es lo que se veía a las 16 horas tumbado sobre la hojarasca, contemplando como el humo subía y luchando contra la modorra de quedarte dormido mientras oyes el agua correr.
Domingo, 27 de Julio
Rutómetro:
N338 Guarda - S. Fernao Joanes - N18 S*
N18 Manteigas - Valo Glaciario do Zézere N339 <:
N339 Valo Glaciario do Zézere - Seia S* <:
N331 Seia - Texeira
(Seia-Sazes da Beira S***)
(Sazes da Beira-Texeira S*)
N230 Texeira - Vide S***+ <:*
N344 Vide-Coja !!60 <:
N342 Coja-Gois (ver dia anterior)
N 238 Gois-Foz Giraldo (ver dia anterior)
N238 Foz Giraldo- Oleiros
(Foz Giraldo-Estreito S**-S <: )
N351 Oleiros - Madeira S <:*
Nuevamente amanecimos en el corazón motero de Portugal. El día de ayer fue uno de esos intensos que queda grabado en la memoria. El tramo de la N-112 que va de Gois a Barbaido, llegando ya a Castelo Branco es, hasta la fecha, lo mejor de lo mejor que he conocido por debajo de los Pirineos. Por el trazado tan gozoso, enlazando una curva abierta con otra, subiendo el primer tramo y luego descendiendo, como por la longitud del mismo. Son unos 70 kms. de pura delicia.Tras despedirnos de Guarda, llegamos a Manteigas donde enfilamos por el valle glaciar de Zézere. La carretera lo recorría longitudinalmente dejando unas buenas vistas, y al final el premio de la vista por la que descendía la lengua de hielo.
Hoy nos dedicamos a recorrer nuevamente la Sierra da Estrela, probando carreteras que no vimos ayer, y recorriendo de nuevo el tramo da la N-112 descrito antes, una auténtica gozada.
A la hora de comer, tomamos una carretera comarcal que nos acabó llevando, a traves de un paisaje en reconstrucción tras el incendio de 2003, a un pueblo de esos que se denominan "con encanto".
Enclaustrado en un valle, Piodao parece estar separado del mundo, en medio de la nada. Es pequeño, construido en Pizarra, y debe ser una atracción de la zona porque al poco de llegar nosotros comenzó a llenarse de autocares del IMSERSU (así se debe llamar el IMSERSO en portugués, no?:-))
La siguiente foto merece la pena pincharla para ver
el careto de los colegas.
Lo mejor de Piodao fue el restaurante en el que comimos, con una terraza colgante en la que dimos cuenta de un sabroso asado y, a los postres, nos abandonamos mientras saboreábamos un Bombay Machine y fumábamos un peazo habano. De esos momentos que no quieres que el sol baje.
Pero había que continuar, y bueno, la verdad es que estando en medio de un puñetero paraiso tampoco cuesta mucho.
Es el ambiente de tranquilidad lo que más se disfruta de este lugar. No son los pueblos, ni las carreteras, ni las montañas, ni los valles, ni la sensación de estar apartado del bullicio...es todo al mismo tiempo.
Nuevamente el cambio de tono a rojizo del atardecer nos sorprendió. El semáforo estaba cambiando a naranja y estaba próximo el momento de detenerse.
....and the Wind Roarer.
....Y A VOLAR LA COMETA!!
Pero mira por donde, cuando el día parecía ya rematado y, encontrándonos todavía en medio de la nada andábamos ya pensando en parar antes que se nos hiciera de noche, ocurrió lo que no por probable dejar de ser algo molesto y no desado, y menos a punto de anocher estando en Ca' Dios: PINCHAMOS.
Aunque el "afortunado" fue Juan Luís y llevaba el Spray anti-pinchazos (si hubiera sido yo ser mi rueda de cámara no hubiera habido otra que llamar a la grua), éste no funcionó, y tras andar kilómetros llegamos a una desviación que anunciaba un pueblo. Allí con un poco de suerte podríamos llamar a un taxi que nos llevara al pueblo más cercano, dejando la moto de Juan Luis aparcada en la desviación, y al día siguiente, con una grua, bajarla al pueblo donde arreglarla...
Se trataba de un pueblo de muy pocos habitantes, que tenían una economía de autoconsumo: vivián de la agricultura y de vender madera del bosque. Y afortunadamente, cuando pinchaban, se lo arreglaban con sus manitas y sus abalorios. Así que en un rato el pinchazo estaba arreglado.
Pero ahí no acabó la cosa. Tras invitarles a unas cervezas (en el bar del pueblo que era la casa de uno de ellos y regentaba su mujer), la mujer nos preguntó si teníamos dónde dormir. Resulta que una amiga suya tenía una casa rural en el fondo de un valle cercano. Pues venga, dicho y hecho. Al rato se presenta la mujer y nos lleva hasta una casa rural muy cuidada solo para nosotros....
Y para rematar la noche, al poco de haber llegado a la casa, se presentan nuestros nuevos amigos, que nos habían reparado la rueda, y nos invitan a irnos con ellos a una fiesta del marisco que había en el pueblo más grande de la zona, Sertá. Nos sentamos a una mesa con 20 o 30 portugueses, que eran más o menos familia, y despues de cenar generosamente con percebes, almejas, gambas, etc. y regarlo con vino blanco bien fresquito, pagamos a escote 10€ cada uno. No nos dejaron ni invitarles. 5 estrellas para esta gente. Es un reflejo de lo que nos encontramos en el camino: calidad humana.
Lunes, 28 de Julio
Rutómetro:
N350 Madeira - Barragem do Cabril
IC8 Barragem do Cabril - IP1 Oporto
La mañana nos permitió apreciar el lugar en el que nos encontrábamos: la casa estaba efectivamente al fondo de un valle verde, un lugar muy adecuado para alejarse del bullicio, y más cerca de Madrid que muchos destinos costeros de España.
Teresa nos había preparado un soberbio desayuno de los de toda la vida, con rebanadas de plan blanco candeal, mantequilla y mermelada, madalenas, tomate, aceite y ajos, zumo de naranja y café con leche. Nos cobró 50 € por la casa y el desayuno. La alquila por habitaciones a ese precio. Tenéis el link en la página.
Pero había que continuar, y el día iba a ser aburrido. Decidimos avanzar directamente hasta Lisboa, para ganar un par de días y darnos una vuelta por Andalucía. Aun así, siempre se puede encontrar un lugar para fumarse un puro a gusto, aunque sea en el área de descanso de una gasolinera. Por cierto, todo Portugal es más barato que España, considerablemente más barato, a excepción de la gasolina. Si en España la de 95 estaba a 1,20 €/litro, en Portugal estaba a 1,45.
Tras hacer fonda en el Ibis de turno, salimos por el barrio alto, metiendo las motos por calles peatonales con un par (mi niña siempre conmigo, aunque casi me quedo anclado al dar la vuelta en una calle), y vivimos el momento álgido del día repostando como es debido.
Martes, 29 de Julio
Rutómetro:
IP7 Lisboa - A5 Badajoz (España)
N435 Badajoz - Jabugo - Valverde del Camino - A49
(Cumbres de Enmedio-Jabugo S)
(Jabugo-Zalamea la Real S*)
A49 dirección Huelva - Salida A5150 Isla Cristina
El martes nos levantamos con la idea de dormir en Isla Cristina, y tomarnos unas gambitas como es debido. Para empezar el día subimos a desayuar al barrio alto, y sacar alguna fotografía de Lisboa.
Conducir por Lisboa tiene su aquel: las calles están empedradas y en absoluto llanas. Si a eso le sumamos el encontrarnos railes de tranvías en cuanto doblas la esquina, y que está asentada en varias colinas, la cosa requiere de cierta atención. Pues además de todo eso, ibamos sacando fotos sobre la marcha.
Tiene un aire colonial, respira un aire de principios de siglo XX. Sin ser ninguna maravilla arquitectónica, la zona antigua, que es la más cercana a la costa, mantiene una homogeneidad en sus edificios que le da una personalidad marcada a la ciudad.
Paramos brévemente en Evora, y continuamos hacia España. Nuestra intención era comer en....Jabugo!
La parada en Jabugo fue gloriosa. La cerveza bien fresca, un salmorejo en condiciones, chopitos, calamares...y por supuesto jamón de Jabugo, una gozada.
Continuamos hasta Isla Cristina, donde llegamos por la tarde, pero a tiempo de darnos un baño en la playa al atardecer. Comprobamos entonces los efectos de la crisis: en un hotel de dos estrellas en primera linea de playa, a finales de Julio y medio vacio. La "oferta" de este hotel explica bien lo que ha pasado en España: me dice la mujer de recepción que el precio habitual en esta época del año es de 125 € la doble con desayuno incluido, pero que la tenían en oferta a 75€...qué pasada, ¿como se pueden pedir 125 € por una habitación doble en un hotel de dos estrellas?
Acabamos el día cenando una buena ración de gamba blanca y alguna cosa más de la que no me puedo acordar, muy buenas y baratas (14 € un buen plato). Copa, puro y a la cama. Habiamos decidido que el día siguiente iba a ser un....BEACH RIDE!
Rutómetro:
A5054 Isla Cristina - La Antilla - Lepe - Cartaya - El Rompido - Punta Umbría
A497 Punta Umbría - Huelva
N442 Huelva - Mazagón - N494 Matalascañas
A483 Matalascañas - El Rocío - Almonte - A49 Bolullos del Condado
A49 Bolullos del Condado - Sevilla
AP4 Sevilla - Jerez de la Frontera
Después de todos los días pasados enfundados en nuestras botas, pantalones largos y chaquetas, hoy nos apeticía tomar el fresco. El plan era ir por la carretera más cercana al mar, parar a bañarnos cuando nos apeteciera y a tomar algo cuando tuvieramos sed. Y las botas, pantalones, chaquetas y demás al montón de atrás.
Comenzamos el día dándonos un baño en la inmensa playa de Isla Cristina (el agua estaba helada) y un paseo triturando las miles de conchas de la arena. El inicio de la ruta tuvo su primera estampa en el entrante de mar que constituye el puerto. Decenas de barquichuelas de pescadores parecían dormir, así como la gente del pueblo, a pesar de que ya eran más de las 10!
Primera parada del Beach Ride!
Fuera guantes, camisa, chaleco,
pantalones, calcetines, botas...
Y hola a la brisa marina y al sol, que al día siguiente al levantarnos abrasados nos iba a hacer arrepentirnos cien veces de la brillante idea.
Paramos a comer en Matalascañas, y al final de la comida me aparece un invididuo avanzando dubitativo, con unas pinta memorable: el bañador, la tripa cervecera "King Size" un medallón colgando del pecho de la Virgen de la Teta al Hombro y, rematando la estampa, una gorra de explorador unida a unas peazo gafas en amarillo chillón.
Semejante personaje no podía escapar del relato de este viaje, así que me tiré hacia él para sacarme una foto auténtica con mi pañuelo Harley, que de alguna forma tenía yo que intentar pornerme a la altura de la instantanea.
Le pedí la foto, no dijo nada. Y cuando estaba Juan Luis sacándola, emitió uno de los sonidos más característicos de esta nuestra Friki España Casposa Ibérica:
.....CUUÑAAAAAOOOOO!!!!
Si, señores, ahí le tienen ustedes, al auténtico Cuñao de E'paña!
Nuestro Beach Ride nos llevó a continuación al poblado del Rocío. Ni sabíamos que estaba ahí, ni lo relacionamos con lo que se ve todos los años por la tele hasta que por curiosidad nos metimos en él y vimos que no podía ser otra cosa que el Rocío: una especie de decorado de película del Oeste plantado a la orilla de un pantanal, en el que el suelo era un terragal y las casas estaban en su mayoría cerradas. Tan solo las tiendas de souvenirs varios (vestidos de flamenca, botos para montar, carruajes, etc.) daban vida a algo que sólo tiene vida unos días al año.
Acabamos el día en Jerez, donde tras dar una vuelta al ruedo completo de la ciudad que nos llevó más de media hora, encontramos el querido hotel Ibis de turno, e hicimos amistad con un tío cojonudo y gracioso como pocos que trabaja en la recepción.
Nos aconsejó un buen lugar donde cenar, y la casualidad quiso que nos encontráramos con él y unos amigos después, en un pub con terraza donde paramos a fumarnos el habano y saborear el Bombay Machine de turno.
Jueves, 31 de Julio
Rutómetro:
A382 Jerez de la Frontera - Arcos de la Frontera
A372 Arcos de la Frontera - El Bosque
A373 El Bosque - Ubrique - A2304Puerto de Galis S <:
(Ubrique-Puerto de Galis !! - ! 60)
A2304 Puerto de Galis - A373 Cortes de la Frontera - El Colmenar - A369 S <:
A369 Gaucín - Ronda S*** - S**
El jueves, abrasados a consecuencia del Beach Ride, nos pusimos en marcha dispuestos a recorrer una de las sierras más bonitas -y desconocidas- de España: la sierra de Cádiz.
Las carreteras que la recorren tienen un trazado curvo suave, y están salpicadas de los típicos pueblos andaluces que parecen gotas de leche, derramadas y depositadas en el fondo de los valles.
El asfalto está en buen estado, el tráfico es escaso y, como en toda Andalucía, abundan los pequeños restaurantes en los que se puede comer de Maravilla. Mención especial merece la Venta del Puerto de Galis, uno de esos descubrimientos de los que te hacen sentir orgulloso. Está en el medio de la nada, pero no se te ocurra ir el fin de semana a la hora habitual de la comida porque no cabe un alma. La cocina, especialmente de venado, es espectacular. Y el precio muy razonable. Uno de esos sitios que es imperdonable no visitar si estás de viaje por Cádiz, aunque está apartado del mundanal ruido.
La siesta a la sombra de una de mas miles de encinas de la sierra de Cádiz se impone después de la comida, no hay más que aparcar la moto en cualquier vereda y al lío. La tranquilidad es absoluta.
Y fue entonces, en medio de ese vergel, rodeados de esa paz mansa, cuando la desgraciada de mi niña decidió comenzar a darme problemas de nuevo. Fue el inicio del fín de nuestra relación de casi tres años y casi 100.000 kms.
Al arrancar, empezó a apagarse sin motivo alguno. Esto ya me lo había hecho el año pasado, y estuvo 2 meses en el taller. El problema no había quedado solucionado. Con un mosqueo del 15, nos encaminamos a Ronda por un tramo de carretera maravilloso (de Gaucín a Ronda por la A369) que yo ya no pude disfrutar.
La llegada a ronda, al atardecer, fue preciosa. Como no había Ibis, decidimos darnos un homenaje, y guiados por un hombre que nos encontramos en la calle, recaímos en uno de esos hoteles "con encanto", que de verdad lo tiene. Especialmente las vistas desde la terraza colgada sobre el tajo, en la que se puede cenar y disfrutar al tiempo de una increible puesta de sol.
Esta puesta de sol marcó el final de nuestro viaje. Ante el temor a que la moto acabara por no arrancar, como hizo el año pasado, decidimos poner rumbo a Alicante al día siguiente de la manera más rápida. Fue el final de un viaje que disfrutamos como pocos, de 10 días de total y absoluto abandono, y también el comienzo del adiós a mi compañera de estos años.
bonitas imagenes, sigue asi
ReplyDeletesaludos.!
jeje si eso es correcto, el post de las nenas lo hize con mucho amor xD
ReplyDeleteHola victorider; como puedes ver sí he encontroado tu blog. Le enviaré el enlace a Teresa que seguro no lo habrá encontrado.
ReplyDeleteMuy buenas fotos, y geniales los viajes que te marcas.